En el 2004 los trabajadores del subte obtienen la reducción de la jornada laboral a 6 horas y el aumento salarial para todos. Con el ejemplo de la lucha exitosa del subterráneo se lanza la campaña por las 6 horas con aumentos salariales -que permitiría crear puestos de trabajo para más de 3 millones de desocupados y sacar de la miseria a la mayoría del pueblo-. La lucha contra la tercerización laboral y las malas condiciones del servicio son hoy la continuidad de ese primer paso.