Organizaciones campesinas e indígenas de todo el país se concentran en el centro de la ciudad de Buenos Aires para recorrer sus calles reclamando contra el saqueo de las tierras y los bienes naturales que son arrasados sin ningún control por un pequeño grupo de empresas nacionales y multinacionales para la explotación de minerales a cielo abierto o el cultivo intensivo de la soja.
Cientos de trabajadores y trabajadoras del campo junto a integrantes de distintas comunidades aborígenes y organizaciones sociales se encolumnan y
dirigen hasta las puertas de Monsanto, productora de semillas de soja, Barrick Gold, multinacional minera de la cual uno de sus accionistas en George Bush, el Ministerio de Agricultura, Repsol YPF, Shell y la casa de gobierno, para denunciar la contaminación que sufren en sus territorios, producto del accionar de estas empresas, los desalojos con los que son echados impunemente y la "precariedad de la vida" que día a día crece con la destrucción de los recursos naturales no renovables.
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