ABRIL75 no es política, es la herencia social y cultural de los vecinos que lucharon para conseguir escuelas, ambulatorios, canchas deportivas, centros culturales, etc. en barrios obreros que crecieron con la inmigración de los años 50 y 60 y que carecían del respaldo de las administraciones publicas. Víctimas después del azote de la heroína y sus consecuencias, tanto para las familias como para el barrio y nuestra visión posterior del mundo. Y como no, la sombra del paro y la larga mano de la especulación inmobiliaria en un mundo cada vez más injusto. |